The Dirt Tracks encabeza Indievision Sounds

Hace un tiempo, os presentaba a The Dirt Tracks, hoy quiero hacerme eco de esta buenísima noticia para ellos y para los seguidores de su música, y los que no lo seáis aún, es 100% recomendable. Mañana, día 25 de enero, en Valencia, les tendréis en el Indievision Sounds, ¡no os lo perdáis! Noticia:

Este viernes se dan cita todos los indies de Valencia en un evento con formato importado de tierras inglesas:Indievision Sounds. Además de The Dirt Tracks, actuarán en esta propuesta non-stop: Beat MoreNoah Histeria y Dezervers.

 

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Los 5 componentes de The Dirt Tracks están ya más que acostumbrados a tocar bajo este formato. “Es perfecto, porque es un tipo de concierto que nos encanta, y el poder hacerlo en casa, con nuestra gente hace que le tengamos aún más ganas”, comenta Santi Coma, líder de la banda. “Además, ofreceremos algún inédito, que ya tenemos preparado para grabar”, añade. Habituales de Reino Unido y Alemania, donde promocionaron sus EP’s “Never been to Mars” (junio 2011) y “The Madding Crowd” (mayo 2012), saben cómo funciona. “Cambios, pruebas de sonido y conciertos súper-rápidos, como en un festival, pero con la dificultad añadida de que es en una sala y no hay tanto espacio”, comentan, “el público lo agradece, porque se gana en intensidad y cercanía”.

El evento, que ya está dando mucho de qué hablar en las redes sociales, ha generado grandes expectativas, y serán los 4 grupos los encargados de cumplir “dando lo mejor de sí mismos” el viernes 25 de enero en la Sala El Loco.

Más información:

www.thedirttracks.com

www.indievisionsounds.com

press@thedirttracks.com

Que vienen, que vienen… ¡Mumford & Sons!

Vaya revolución han causado y están causando los británicos.

Para los que no le situáis, es un grupo con tendencias folk y bluegrass, estilo musical incluido dentro del country, que tiene raíces en la música tradicional de Inglaterra, Irlanda y Escocia, fusionando instrumentos modernos con el banjo, dobro, mandolina y acordeón.

mumford-sons

Formación creada en 2007, compuesta por Marcus Mumford, Winston Marshall, Ben Lovett y Ted Dwane, comenzaron a destacar a lo grande en 2010 con su Little Lion Man, canción en parte responsable de su nominación, en ese mismo año, a los Grammy por “Best New Artist and Best Rock Song”. En 2011 lograron el Premio Brit al Mejor Álbum británico.

Con sólo dos discos a sus espaldas, Sigh no more y Babel, llevan camino de convertirse en uno de los grupos con más seguidores del momento.

¿Y qué hay de España? Desde que anunciaron sus conciertos en Madrid y Barcelona, para marzo de este 2013, las entradas se empezaron a vender como churros, hasta tal punto, que en un breve período de tiempo, agotaron todas las localidades. Un palo para los que, como yo, no estuvimos hábiles y no nos dimos prisa en comprar las entradas, ¿quién iba a decir que se agotarían de esta forma?

La buena noticia, llega hace unos días, cuando anuncian el cambio de sala para ambas ciudades: de las respectivas salas Riviera y Razzmatazz, se han trasladado al Palacio de Vistalegre y al Sant Jordi Club (sala anexa al Palau Sant Jordi)

La mumfordmanía está servida y España es una de sus sedes.

Me alegra ver que se valora la música de calidad en nuestro país, ya que, a pesar de la corta vida que tiene la banda, están demostrando que son unos artistas y que tienen una sensibilidad especial para la música. No hay más que ver los instrumentos de los que hacen uso, dando una lección de que tradición y modernidad pueden ir unidas, música actual sin renunciar a sus raíces. Y no sólo hablo de los instrumentos; las letras tienen influencias de escritores como el estadounidense John Steinbeck, conocido por novelas como Las uvas de la ira y Al este del paraíso. Como no podía ser de otra manera, su paisano Shakespeare, también es fuente de su inspiración.

En poco más de 2 meses podremos disfrutar de su música en directo, mientras tanto, como su propio single canta: I will wait.

The Black Keys, Ready to rock!

IMPRESIONANTE lo que Dan Auerbach y Patrick Carney hicieron la noche del 28 de noviembre en el Palacio de los Deportes de Madrid.

Poco os puedo decir de los teloneros, The Maccabees, ya que llegué al final de su directo, llegaba hasta mi sitio mientras sonaban los acordes de Pelican.

Algo después de las 21,30, The Black Keys subían al escenario para abrir el concierto con Howlin’ for you, de su disco Brothers.

título The Black Keys

Fotografía de @jorge_pm91

No creo que fuera tarea fácil para el dúo de Ohio seleccionar su playlist para la gira con 8 discos a sus espaldas, pero en mi opinión, acertaron de pleno en la recopilación de temas. No eché en falta ninguno de los imprescindibles.

Mi objetivo era disfrutar del concierto de pleno, así pues no me quedé en absoluto con el orden y los nombres de todas las pistas que sonaron en el concierto. Por tanto, menciono a continuación las que para mí marcaron un punto de inflexión.

Gold on the ceiling, de su último disco El Camino, sonó al poco de comenzar el show, el pabellón se vino arriba y los cuerpos de todos, todos los presentes, unas 18.000 almas, empezaron a moverse hechizados por el ritmo del rock americano genuino, con toques setenteros y countries.

The Black Keys                                                           Fotografía de @jorge_pm91

Silencio. Cambio de guitarra. Dan toma su guitarra electroacústica, es el momento de Little black submarines, cambio de tercio y de sonido, perfectamente estudiado, en el momento adecuado.

Intercalando canciones de los dos últimos discos con anteriores trabajos como Rubber Factory (2004) con Girls on my mind, y Magic Potion (2006) con temas como Your touch… Los fenómenos de Ohio nos llevaban por muy buen camino.

Llega Lonely Boy, el tema más popular de su último trabajo, por así decirlo, el cual te invita no, te obliga casi a bailar como un descosido gracias a ese alegre videoclip en el que un señor parece imitar el mítico baile de Carlton Banks en El Príncipe de Bel Air de los 90’.

Ya poco quedaba de concierto, cuando las luces se apagaron y una escenografía sorprendente entró en juego para acompañar a Everlasting Light de Brothers, el momento más íntimo y emocionante del concierto, cuando esas micro-luces invadieron el Palacio.

Everlasting Light                                                          Fotografía de @sheoclock

El broche final lo puso I got mine, canción esperadísima y cierre de oro a una velada que cumplió todas mis expectativas, e incluso las superó. Y es que, Dan y Patrick, guitarra y batería, fuerza y virtuosismo, experiencia y calidad, forman un dúo de genios que se traduce en The Black Keys, eternos.